sábado, 29 de noviembre de 2008

IDEAS PARA EL I DOMINGO DE ADVIENTO

ENCENDIDO DE LA 1ª VELA.
Oración.+

Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!



* Primeros de año

* Adviento y cuaresma tiempos fuertes

*Son personajes del adviento: el Maa—José-- Juan Bautista- Isaías

Características del Evangelio: "Cuando Marcos actuó como intérprete de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque no con orden, todo cuanto éste recordaba de lo que hizo y dijo el Señor". Entonces comenta Paas por su cuenta: "Pedro acostumbraba a adaptar su enseñanza a las necesidades del momento pero sin establecer un orden en los oráculos del Señor..." El evangelio hay que leerlo no como una biograa de Cristo, hay que leerlo como una vida, y esto es típico en el Evangelio de Marcos. Cristo más que predicar era presentarse, hacerse presente. Él es la Luz, Él no necesita hablar, Él basta que esté presente como la luz que no habla y está iluminando realidades.

* Adviento etimológicamente significa venida. Del verbo venio con la preposición ad, es decir advenio. De aadventus.

* Vendrá sacramentalmente, pero realmente

* Orientación litúrgica (vestiduras moradas) (tiempo de espera y tiempo de esperanza)

* El Papa propone vivir el Adviento, tiempo litúrgico de preparación para la Navidad que comienza el próximo domingo, con oración y apostolado. Me permito interrogaros:

* ¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con Jesús? ¿Quién como El puede despertar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia de la falta de creatividad? ¿Quién podrá contagiarnos su alegría? ¿Quién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad? ¿No es verdad que la peor crisis es la falta de Jesús? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia?

* El adviento es realidad presente y esperanza futura; es respuesta al vacío existencial de muchos; es razón para vivir, amar y esperar a pesar del desencanto y cansancio de la vida.

* El Señor viene. Sólo hace falta que clamemos con pasión por su venida, que gritemos como los primeros cristianos: ¡Marana Tha, ven Señor Jesús!

* decía Samuel Johnson: “Donde la esperanza no existe, no puede existir el esfuerzo.”
Gonzalo Gallo en su libro “Oasis” dice: Quien nada espera, ya está muerto en vida”.
O como decía Miguel de Unamuno: “Espera, que sólo el que espera, vive.”
- Son muchos los problemas políticos, sociales, económicos, religiosos, familiares, personales que tenemos que afrontar y que, a veces, nos faltan fuerzas y hasta nos dan ganas de tirar la toalla porque no vemos el futuro claro.
El líder hindú Gandhy, el gran forjador de esperanzas, decía “Me siento, a veces, impotente; pero no pierdo jamás la esperanza.”

*CRISTIANOS EN EL S. XXI ¿SILENCIO DE DIOS?¿DIOS SILENCIADO?

¿ Hemos exiliado a Dios? En primer lugar, no tiene sentido hablar del "silencio de Dios". Dios sigue hablando Y¿ está Dios silenciado? Más bien, ha cambiado de forma de relacionarse con una sociedad adulta como la nuestra. Dios ama la adultez del ser humano. Quiere que el hombre asuma plena­mente sus responsabilidades para con­tinuar la creación del mundo.

* ¿INTERESA DIOS? ¡Velad! (Mc 13,33-37.)

No es fácil celebrar hoy el Adviento. ¿Cómo desear, pedir o esperar la venida de Dios en medio de una sociedad donde, al parecer, Dios ya no interesa? Más que hablar de un Dios que vie­ne (adveniens), ¿no deberíamos reflexionar sobre un Dios que se aleja, se oculta y se hace cada vez más extraño?

En muchos ambientes, Dios se ha ido reduciendo a un recuer­do del pasado. Ya no se habla de él en los hogares. En muchas conciencias, Dios no es sino una sombra poco agradable. Incluso no pocos que se dicen creyentes, apenas lo invocan. La actitud más generalizada es una indiferencia cada vez más frívola y que constituye, según el pensador J Moingt,”la experiencia cultural más cruel de la muerte de DIOS”.

Al parecer, Dios hoy no atrae ni preocupa. No suscita inquie­tud ni alegría. Sencillamente deja indiferentes a las personas. La vida humana parece, a simple vista, poder discurrir tranquilamente, sin que nadie lo eche de menos. Pero, ¿es verdad que el hombre no necesita de Dios?

Desde el siglo dieciocho, se fue extendiendo la idea de que la ciencia y la técnica iban a librar al hombre de todo aquello que la religión no lo haa podido librar: el hambre, las guerras, la pobreza o la tiraa. La fe en Dios parecía llamada a desaparecer como algo propio de una fase de ignorancia y oscurantismo de la historia de la humanidad.

Hoy, cuando vislumbramos ya el año dos mil, un hecho parece incuestionable: los grandes problemas, lejos de desaparecer, han crecido amenazadoramente.

La culpa no es de la ciencia ni de la técnica, que han hecho posibles logros admirables. El que está mal es el hombre que utiliza ese poder científico y tecnológico. Y lo cierto es que ni la ciencia ni la técnica hacen al hombre ni más sabio ni más bueno

Ha llegado el momento de hacerse una pregunta sencilla pero radical ¿Qué es lo que puede hacer más humanos a los hombres y mujeres de hoy? ¿Qué es lo que puede dar sentido orientación, ética y esperanza a sus esfuerzos?

Dios, creído y acogido corno Creador y Padre, puede ser el mejor estímulo para vivir con sentido, el mejor impulso para actuar de manera responsable, el horizonte más válido para vivir con esperanza.

Pero no hemos de ser ingenuos. Veinte siglos de cristianismo ponen ante nuestros ojos un hecho que no hemos de eludir. Tampoco la religión hace automáticamente a los cristianos más humanos que a los demás. Sólo un Dios acogido de forma responsable en el fondo del corazón puede transformar al ser humano.

Por eso, celebramos los cristianos el Adviento.

* Consideraciones:Al filo del misterio de la Encarnación.-El hombre está creado por Dios y Él es su fundamento. “Mientras más esté presente Dios más se valoriza el hombre”. El misterio de la encarnación es el leitmotiv de toda su obra y de toda su vida cristiana. “Un Dios hombre, un hombre Dios”. La fe es esta ligación entre lo eterno y lo temporal. Podemos deducir las consecuencias de la exclusión de uno de estos dos polos complementarios. No podemos afirmar lo eterno sin lo temporal ni lo temporal sin lo eterno.

* Dice Andrés:* También ahora se abandona la fe a marchas forzadas. Hay muchas solicitudes de apostaa en toda Europa, y no sólo en España, pero estas apostaas formales son únicamente la punta del iceberg de la gran apostaa práctica de tantos y tantos bautizados a lo largo y ancho de Asturias, de España, de Europa. * En una sentencia judicial reciente, concretamente en Valladolid, se obliga a quitar los crucifijos de un colegio; el otro día leía en el periódico que un número de la Guardia Civil paa una señora que circulaba en su coche hacia el Valle de los Caídos y le obligó a quitar el rosario que llevaba colgando alrededor del espejo retrovisor porque “eso” era algo provocador y podía originar altercados y desordenes públicos; también leía esta semana que dos números de la Guardia Civil de un cuartel en Córdoba presentaron una reclamación para que una imagen de la Virgen del Pilar que estaba a la entrada del cuartel fuera quitada, pues ofendía a su sensibilidad; el año pasado, por estas fechas, en varios centros escolares se obligó a suspender la celebración de las fiestas navideñas para no herir las sensibilidades de los niños, cuyos padres eran no creyentes.


* No se puede poner una placa en el Congreso de los Diputados a Sor Maravillas, una monja santa y católica. Si fuera una tenista, o una escritora, o una artista de la música o del teatro o del cine… entonces sí que se podría poner dicha placa.


* Se ensalza como un logro sanitario la vacuna contra el cáncer de útero en las adolescentes, cuando el otro día escuchaba cómo un médico decía que esta vacuna actúa exclusivamente contra dos virus que se contraen por tener frecuentes relaciones sexuales con varones distintos y que el mejor remedio contra estos dos virus no es la vacuna, sino que es evitar la promiscuidad, es decir, mantener relaciones sexuales con una única persona. Pero decir esto es políticamente correcto.


* En España y en Asturias se ponen problemas para las medicaciones de tantos enfermos crónicos; se dice a los médicos de cabecera que ahorren en las recetas lo que puedan, pues la Seguridad Social tiene que ahorrar (lo cual me parece muy bien y creo que nos medicamos demasiado), pero, por otra parte, se quiere financiar a cargo de esta misma Seguridad Social el cambio de sexo o la vacuna contra el cáncer de útero o la píldora poscoital, porque todo esto es moderno y progresista.


* Estamos en una época donde no se puede decir la verdad, sino que la verdad es la que se propugna desde la clase política dominante o desde determinados medios de comunicación.


* La crisis de valores, ya no sólo religiosos, sino simplemente humanos es impresionante. El vacío en los valores religiosos o espirituales, o dicho de otro modo, el buscar sólo las cosas materiales, el tener más que el ser… hace que la gente se encuentre y se sienta sin ilusión y vaa, y buscando siempre más y más sensaciones extremas. Parece que si no bebes alcohol, si no vas de vacaciones a Cancún, si no tienes dos casas, si no sales a comer o cenar los fines de semana, si no estrenas ropa frecuentemente, si no te realizas personalmente…, entonces eres un carca y un pasado de moda o de la Edad Media.

Los que tenéis experiencia de otros años ya sabéis las cosas que yo aconsejo para este tiempo: 1) intensificar la oración y los tiempos dedicados a ella, 2) más lectura espiritual, que pueden ser lecturas de las Misas o las cartas de San Pablo, pues estamos en el año paulino, 3) confesarnos antes del 24 de diciembre, 4) no comprar lotería, 5) no comer nada de dulces navideños antes del 24 de diciembre, 6) visitar a enfermos, ancianos, amigos que lo necesitan y agradecerán, 7) obras de caridad y de amor con nuestros familiares de casa o de fuera de casa, 8) luchar contra algún vicio o defecto más dominante en nosotros: tabaco, alcohol, comida, lengua, televisión, ordenador, gastos excesivos…, 9) más limosnas, 10) asistir a Misas por la semana, 11) reconciliarse con alguna persona, 12) ordenar cosas mías o de la casa, 13) darse en el trato con el cónyuge y los hijos, 14) y un largo etcétera.


Yo os doy simplemente ideas. Vosotros las concretaréis según vuestras fuerzas y circunstancias. Lo que sí es cierto, y de ello estoy totalmente seguro, es que, si hacemos un plan para el Adviento y procuramos adecuarnos a él, estas Navidades el Niño Jesús estará mucho más a gusto en la cuna de nuestro espíritu.

* Rorate caeli de super et nubes pluant iustum (Que se abran los cielos y que las nubes lluevan al jJsto)

* Decía el teólogo Metz en uno de sus escritos que si Jesús, el Señor, no viene, es porque no lo deseamos con suficiente deseo.

* Os deseo un bueno y provechoso adviento

* 1.ALGUNOS VERBOS DE ADVIENTO

Está en la entraña del Adviento, que es tiempo de espera y esperanza! «¡Qué pena que sea así todo siempre, de la misma manera! (L. Felipe).

Nada de eso, vosotros esperad. Pero esperad no sólo con paciencia resig­nada, sino con ilusión creciente. Y el objeto de la esperanza es lo más impor­tante que puede suceder. Algo que puede cambiar vuestras vidas, incluso la del mundo entero. Alguien muy querido y admirado va a venir. Él llenará de luz y de gracia vuestras vidas. «Tiene mi alma sed de Dios» (Sal 41, 3). «Mi co­razón y mi carne retozan por el Dios vivo» (Sal 83, 3).

VELAD

Es el imperativo que más se repite en este domingo. Velad, porque cuando se espera algo tan importante y alguien tan querido no se puede dormir fácilmente

ORAD

Para que el Señor descienda hoy a este nuestro mundo que tanto le necesita.

CONFIAD

No en vosotros sino en la bondad y fidelidad de Dios

NO TEMAIS

Por muy feas que se presenten las cosas. La esposa no teme ningún mal cuando la protege el Esposo y no puede desconfiar de Él

NO OS ENTRISTEZCÁIS

Abundan las malas noticias y los sucesos desagradables. Además, en esta aldea global, tenemos más fuentes de información para enterarnos. No tengáis la tentación de mirar hacia atrás y añorar otra experiencia porque la mejor noticia está por llegar, nos esperan sucesos de gracia y de gloria.

VEN, SEÑOR JESÚS

Es nuestra oración de Adviento. Adviento significa etimológicamente venida. Vino Jesús, pero aún seguirá viniendo. Hay distintas modalidades e intensidades de venida. Ven Señor Jesús, acércate a nosotros y quédate con nosotros. Ven Señor Jesús, cura nuestros males, alienta desde dentro nuestras vidas, adéntrate en ellas, penetra en nuestra mente y en nuestro espíritu, entra en lo más adentro de nuestro ser con tu luz y con tu fuego.

* 2. ALGUNOS ADVERBIOS DE ADVIENTO

PRONTO - TARDE

Lo repetimos muchas veces y de muchas maneras: Ven pronto, Señor.

Ven pronto, porque te necesitamos. Estamos en crisis. Nos encontramos en la sala de urgencias. Si no llegan pronto los auxilios, terminaremos muy mal.

Ven pronto, porque te amamos. Más que de medicinas necesitamos de mé­dico. Nuestro deseo quemante se debe a nuestro amor. Para el que ama las es­peras Señor Jesús, y comulga con nosotros. Adéntrate en nuestras vidas.

Ven, Señor Jesús, alienta desde dentro nuestras vidas. Penetra en nuestra mente y nuestro espíritu.

Ven, Señor Jesús, entra más adentro con tu luz y con tu fuego, en lo más íntimo de nuestro ser.

de algunas ya se haan apagado. se hacen eternas. Hay «dolencias que sólo se curan con la presencia y la figura».

Se puede expresar lo mismo, pero en contrapunto, con el adverbio tarde. No tardes, Señor, porque se hace tarde. ¡Qué tarde viniste!

Cuando Simeón y Ana te reconocieron fue ya para ellos muy tarde. Des­pués de tanto tiempo de espera ya no podían hacer otra cosa que cerrar los ojos. Algo parecido le sucedió al buen ladrón.

Cuando las diez doncellas te esperaban con sus lámparas encendidas, tú tardaste en llegar, de modo que las lámparas Ven, Señor Jesús, y cura nuestros males, revístenos de tu gracia y tu mise­ricordia.

CERCA – LEJOS

El Señor ya está cerca. Hay una cercaa en sentido temporal, que viene a coincidir con el pronto. ¿Qué ves centinela? Veo al Señor que se acerca. Ya viene. No tardará. Así, Juan, el Precursor, nos despierta asegurando que el Mesías está ya muy cerca, «viene detrás de mí», «está cerca el Reino de los cie­los».

Cerca tiene también el sentido espacial. Dios, salvando distancias infinitas, se acerca misericordioso a la realidad humana. «¿Hay alguna nación tan gran­de que tenga los dioses tan cerca como lo está lahveh nuestro Dios siempre que lo invocamos?» (Dt 4, 7).

Esta cercaa se hizo palpable en el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. Fue una gran carrera la del Verbo para llegar hasta aquí. «Un silencio sereno lo envolvía todo y, al mediar la noche su carrera, tu Palabra todopoderosa vino desde el trono real de los cielos» (Antífona de Navidad).

Jesucristo es el Dios que nos acompaña, que tocó nuestra carne, que se compenetró con nosotros.

El contrapunto sería lejos. Parece que alguna vez sentimos a Dios lejos. «No te vayas, no te alejes de nosotros», se repite. Esta lejaa no es real, sino psicológica o espiritual. Le sentimos lejos o bien porque Él se esconde, para que lo busquemos, o bien porque nosotros nos alejamos de Él. Es problema nuestro. Pero la verdad es que «no se encuentra lejos de cada uno de nosotros, pues en Él vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17, 27-28).

Puedes rezar el salmo de la cercaa amorosa de Dios: «Señor, tú me son­deas y me conoces (..) ¿A dónde iré lejos de tu aliento?» (Sal 138).

DENTRO – FUERA

No hay cercaa mayor. El Hijo de Dios no sólo se acercó al hombre, sino que se adentró en sus mismas entrañas. Así sucedió con Maa, su madre bio­lógica. Pero de algún modo todos podemos ser madre de Dios. Si acogemos su Palabra y su Espíritu, Dios será nuestra mayor intimidad. No hagamos noso­tros como el posadero de Belén, que no quiso acoger a Dios en su morada, de­jándolo fuera.

ABAJO – ARRIBA

Es otra formulación de la misma realidad. El que estaba arriba, para acer­carse a nosotros, se abajó, descendió hasta nosotros: hasta el seno de Maa, hasta el pesebre de Belén, hasta la aldea de Nazaret..., hasta nuestro pequeño corazón.

El que estaba arriba bajó para el que estaba abajo subiera. Toda una revo­lución adverbial: el de arriba abajo, el de abajo arriba.

MÁS

Este adverbio expresa un sentimiento de insatisfacción, que recorre y colorea todo el Adviento.

Más: Dios se nos ha acercado, pero queremos que se nos acerque más.

Más: Dios está ya con nosotros, pero queremos la mayor intimidad.

Más: Dios nos ha salvado, pero tenemos que ir aplicándonos esa salvación.

Más: Dios nos ha bendecido, pero deseamos la riqueza y plenitud de sus dones

Más: Dios nos ha justificado, pero seguimos teniendo hambre y sed de su justicia y santidad

SIEMPRE

Dios ha venido, pero sigue viniendo siempre. Siempre estamos en Adviento y siempre será Navidad.

( Mira, pronto vendré Ap 22,12)

Su amor dura para siempre, es eterno, no tiene fin. (Salm 135,1; 117,1; Jr 31,1; Is54,8)

Jesucristo ayer, hoy y siempre. (Hb 13,8)

Jesucristo Alfa y Omega, Principio y Fin (Ap 21,6; 22,13)

* Epilogo para cultivar la esperanza

El Adviento es el tiempo de la espera: Aún puede venir. Estamos acostumbrados a ver a Dios atravesando la noche y veremos en la pas­cua emerger a Jesús del seno de la tierra con la paz en sus manos honradas y su corazón desbordado de justicia. La paz y la justicia que rescatan del olvido y la muerte a todos los inocentes de nuestra historia . Esta es nuestra esperanza, la que hemos de cultivar, “todos los días y con paciencia". También con humor. Y se cultiva:

en la mesa compartida: haciendo visible el misterio de comunión; anticipando la mesa grande de la hermandad.

en la escucha de la Palabra: que canta las maravillas de Dios, que nos ayuda a leer cada una de nuestras historias como historias de sal­vación. Porque "el Señor ha hecho obras gran­des e cada uno de nosotros".

en la actitud de saludo: hacia todo lo bueno que se produce en el mundo, acogién­dolo como "profecía externa", porque sabe­mos, como dice Schillebeeckx. Que "fuera del mundo no hay salvación".

en la amistad: como los amigos se consuelan y se animan entre sí; como los amigos comparten y se descubren el Mundo y lo enfrentan como tarea.

en el fomento de la contemplación: aprendiendo a perforar la realidad y descu­briéndola como misterio y trabajo de Dios.

en el cuidado de la naturaleza: descubriendo el ritmo paciente de las cosas, que nos impide romper el capullo antes de que salga la crisálida.

en la militancia social y la inserción en lo público, cuando el bien común se hace compromiso.

en la práctica del humor que nos ayuda y auxilia a luchar contra nosotros mismos y nuestras crispaciones. Porque en último tér­mino la salvación sólo viene de Dios.


* Decálogo del adviento


1. Tiempo de espera.

2. Tiempo de salvación

3. Tiempo de escucha.

4. Tiempo de esperanza.

5. Tiempo de meditación.

6. Tiempo de oración.

7. Tiempo de profecía.

8. Tiempo de novedad.

9. Tiempo de la Palabra cumplida.

10Tiempo de venida y acogida


La esperanza del adviento Laurentino)


Quien está bien instalado,

ya no espera tu venida

todo le queda de lado,

nada ambiciona o desea;

como cambio sólo anhela

“jarana” y algaraa.

Ningún deseo es fecundo,

no hay ni verdad ni mentira,

camina de tumbo en tumbo

y eso de una vida nueva,

le suena a majadería,

a “visión”, a fantaa.

Aquel que no tiene cama

y que padece injusticia,

espera que haya otro día

que de sentido a su vida

y que cambie ya de rumbo

este mundo y su malicia.

Tiene alto punto de mira;

sí espera baje del cielo

y que ponga en su alma luz,

el que con sumo desvelo,

supo morir en la cruz

y que nació de Maa,

el Señor Cristo Jesús



* Mopnseñor Romero: , estimados radio-oyentes.


COMIENZA EL AÑO LITURGICO. Hoy es año nuevo en la Iglesia. Hoy es año nuevo en la Iglesia. Hoy comienza el año litúrgico con este domingo que se llama Primer Domingo de Adviento. Siento la impresión, al compartir con ustedes esta primicia del año litúrgico, que vamos a comenzar un nuevo ciclo en esta escuela de la liturgia. Yo les invito a que todos los que estamos en esta reflexión de este momento, que sintamos la impresión del alumno que va a comenzar un nuevo curso. ¡Con qué entusiasmo el alumno siente que va a dar un paso más en el progreso de su formación!, ya sea profesional en una universidad, ya sea el niño pequeño que da también un pasito más en el segundo grado. Pero que de verdad este entusiasmo signifique para nosotros la alegría de un curso nuevo.

El Concilio, hablando del año litúrgico, lo define: "... en el círculo del año, la Iglesia, desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor". Aquí está, a grandes rasgos, lo que vamos a recorrer a partir de hoy en que nos preparamos para la Navidad, la reflexión del gran misterio de la Encarnación, de una humanidad que espera un Redentor y que vendrá entonces a salvar a este mundo.

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